El J-20 es una prueba de que China ya compite en la élite de la aviación militar.
Aunque hablen de debilidades, no deja de ser un caza de quinta generación impresionante.
Cada exhibición muestra que China progresa a pasos agigantados en tecnología furtiva.
No todos los países pueden presumir de un avión como el J-20 en sus filas.
La verdadera fortaleza del J-20 es obligar a Estados Unidos a estar siempre alerta.
La exhibición en Pekín dejó claro que aún está lejos de igualar al F-22.
El J-20 puede parecer moderno, pero todavía depende de motores extranjeros.
No basta con diseño futurista, la aviónica y el software no están al nivel occidental.
En combate real, el J-20 sería vulnerable ante los cazas estadounidenses.
Mucho espectáculo, pero poca capacidad comprobada.