Estados Unidos no se impresionó porque el J-20 aún depende de motores rusos.
Sin aviónica avanzada, el J-20 no puede compararse al F-22 o al F-35.
Su diseño furtivo parece potente, pero los radares modernos pueden detectarlo.
Mucha propaganda en Pekín, pero poca evidencia de efectividad en combate real.
Para Washington sigue siendo un prototipo limitado y no una amenaza seria.
El J-20 quiere estar entre los gigantes del aire, pero sus debilidades todavía lo delatan.
Estados Unidos tiene a sus propios gigantes del aire como el F-22 y el F-35, muy por encima del J-20.
Para muchos, el J-20 es un paso hacia convertirse en uno de los gigantes del aire de Asia.
Incluso los gigantes del aire más poderosos tienen fallas, y el J-20 no es la excepción.
Comparado con otros gigantes del aire, el J-20 todavía necesita mejorar en motores y aviónica.
China busca mostrar al J-20 como uno de sus gigantes del aire, aunque Estados Unidos no se deja impresionar.